La rabia aumentó con el tiempo y cuando declararon al asesino como ininmputable esta se acrecentó. A pesar de que las palabras de su hijo Rafa «El odio combate con luz», aquí estamos buscando la luz.
A David Fremd lo mataron por ser judío, un hombre en la plenitud de su vida, querido en su comunidad, siempre haciendo mitzvot por el otro.
Un día un rabino me dijo que la gente nunca muere, porque su recuerdo permanece entre nosotros.
Rosssana Migliónico, una de las organizadoras de la Marcha del Silencio de Paysandú publicó hoy en su facebook: «A dos años del crimen antisemita de nuestro querido David Fremd, no hay palabras para cubrir dignamente el silencio que provoca el estupor ante semejante acto. Sigue tan vivo su recuerdo como el dolor ante este hecho aberrante.»
Recordamos que David murió un 8 de marzo y nunca estuvo en la agenda nacional. El gobierno y la justicia hicieron todo lo posible por minimizar la naturaleza antisemita del asesinato. Jamás se habló de la atmósfera extremista y antisemita que propició este atentado.
Nosotros no olvidamos.
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Fuente: Jai Uruguay – Por Janet Rudman