Bajo la presión del movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), un evento cultural suspendió por primera vez a un cantante judío (no israelí) por «no mostrar solidaridad con la causa palestina».
El Festival de Reggae Rototom Sunsplash de Valencia, España, quitó al ex rapero jasídico de EE.UU. Matisiyahu del espectáculo, porque se negó a cumplir con la demanda de los organizadores (bajo presión de BDS) de que escriba una declaración o un mensaje de vídeo donde declare «el derecho de los palestinos a un Estado».
Los demás artistas que iban a actuar en el evento también amenazaron con cancelar sus apariciones si Matisyahu iba a participar porque era visto como «un representante de Israel.»
Los activistas locales de BDS saludaron con beneplácito la decisión después de acusar al rapero judío de ser un «sionista» y por «defender un estado que practica el apartheid y la limpieza étnica», según publicaron en su página de Facebook.
Matisyahu será reemplazado por el artista de reggae jamaicano Etana.
Comunidad judía de España condena el boicot a Matisyahu
La Federación de Comunidades Judías de España condena por «cobarde, injusta y discriminatoria la cancelación de la participación del artista judío estadounidense Matisyahu prevista para el día 22 de agosto en el Festival ROTOTOM Sunsplash de Benicassim».
El comunicado de la FCJE sostiene: «Como españoles, nos avergüenza que la dirección del Festival, financiado entre otros, con el dinero de los contribuyentes del Ayuntamiento de Benicassim y de la Diputación de Castellón, haya cedido al chantaje vil y siniestro del movimiento BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) y sus cómplices.
En este caso, BDS despliega todo su arsenal antisemita contra la participación del cantante estadounidense de reggae Matthew Paul Miller, conocido como Matisyahu, en el Festival ROTOTOM Sunsplash 2015 de Benicassim a quien, por su condición de judío se le exige un posicionamiento político no requerido al resto de participantes.
Actos de esta naturaleza violan los Derechos Fundamentales garantizados por nuestra Constitución, niegan el legítimo ejercicio de actividades profesionales y provocan discriminación y odio que se ceba con grupos y particulares por su origen, en este caso, judío.
Llama la atención que la dirección del Festival no se interesa por las opiniones de los demás participantes acerca de las políticas de Irán, del Estado Islámico, de Siria, Hamás o de Hizbollah relativas a las matanzas de cristianos, de minorías musulmanas, de homosexuales, de mujeres o del uso reconocido de niños en conflictos militares.»
Recordemos que, a diferencia de lo que ocurre en Israel donde cualquier ciudadano que ve vulnerados sus derechos puede recurrir a la justicia (sea cristiano, judío, musulmán o de cualquier religión), en los territorios y países mencionados esa posibilidad no existe, literalmente.
Recordemos, también, que Israel no lleva adelante ningún tipo de plan que pueda catalogarse cómo de «limpieza étnica» o discriminación en base a raza, credo o elección sexual, a diferencia, también, de lo ocurre en prácticamente todos los países de la región.
«La FCJE denuncia, una vez más, los propósitos antisemitas del BDS contra el Estado de Israel. Los argumentos sesgados del BDS incitan al odio, al antisemitismo y a la deslegitimación de Israel, el único estado democrático de Oriente Medio y donde se respetan los derechos humanos».»
Fuente: Aurora – Agencias