Opinión: ¿No les da vergüenza ante sus propios hijos?

Las terribles imágenes del atentado terrorista perpetrado este martes de mañana en Jerusalem, confirma que lo que está sobre la mesa no es la necesidad de buscar una fórmula que ponga fin a las razones para la «desesperación» palestina, sino un odio irracional que no sólo mata a las víctimas atacadas sino que corrompe los cimientos mismos de la sociedad en la que se origina.

Dos palestinos armados con hachas, cuchillos y pistolas, irrumpieron a una sinagoga en el barrio religioso Har Nof de Jerusalem en medio del rezo matinal, cuando aproximadamente 30 hombres estaban envueltos en su manto de oración.Comenzaron a atacarlos con hachas, a acuchillarlos y luego abrieron fuego.El cruento saldo fue de cuatro muertos y ocho heridos, cuatro de ellos de gravedad. Ambos terroristas fueron luego abatidos por policías que llegaron al escenario del crimen.

Es bastante común, cada vez que hay tensión , discusiones y enfrentamientos violentos entre israelíes y palestinos, oir análisis sobre la «frustración» palestina, la falta de horizonte y perspectivas que le hagan pensar que algo en su situación mejorará. Eso suele presentarse como intento de «comprender» a quienes actúan en forma extrema.
Pues no…la explicación no pasa por allí.

No subestimamos la necesidad de hallar una fórmula que permita reanudar negociaciones y eventualmente, tratar de llegar a un acuerdo. Tampoco quitamos valor a lo importante de tener buenas perspectivas de futuro, para ambas partes. Y los palestinos lidian por cierto con numerosas dificultades. Pero es clave recordar que nada de eso cambiará, si continúan llevando la voz cantante quienes, como este martes, consideran que el camino es matar en nombre de Alá.

Y el problema es muy de fondo…derivado sin duda de la incitación anti israelí, de la legitimidad que se da al asesinato…pero que no son exclusividad de los terroristas mismos, sino de todos aquellos que los apoyan.

No sorprende que todas las figuras de Hamas en la Franja de Gaza hayan felicitado a los terroristas, exhortando a nuevos atentados «en nombre de Al Aksa», volviendo a la difamación según la cual Israel quiere destruir la mezquita sagrada. Vuelve a exasperar..pero no sorprende.
Pero el problema es que las cosas no se quedan allí…

De la Franja de Gaza e inclusive de algunas partes de Cisjordania, llegan imágenes de palestinos repartiendo golosinas por las calles en señal de celebración. Y de caricaturas que llenan las redes sociales palestinas, llenas de sangre y sonrisas.

Y nos preguntamos, quizás con ingenuidad…¿No les da vergüenza? ¿No captan el horror de lo que están haciendo? ¿No les da vergüenza ante sus propios hijos?

Fuente: montevideo.com.uy