“Hitler y el Mufti de Jerusalem: Tal para cual”

En su edición impresa de hoy, el diario Yediot Ajaronot apunta – en un editorial del periodista israelí Ben Dror Yemini – las similitudes y afinidades entre Hitler y el Mufti de Jerusalem, el Jeque Hajj Amin al Husseini. “El hecho más significativo es que muchos de los representantes palestinos de hoy son fieles y fervientes admiradores del Mufti, un nazi devoto”, señala Yemini.

En el año 1937, el Mufti de Jerusalem, Hajj Amin al Husseini compareció ante la Comisión Peel del Mandato Británico. ¿Cuál será el destino de los judíos?, le preguntaron. La respuesta evasiva del jeque no dejó lugar a dudas a oídos de los integrantes de la comisión. En sus conclusiones recordaron la masacre de la minoría asiria en Irak, para aclarar que precisamente eso podría suceder con los judíos.

Aún antes, el Mufti era el principal instigador, que inventó el libelo de Al Aqsa, que entonces como ahora enardece multitudes y los lleva a atentar contra judíos.

El Mufti se dirigió a Irak, donde con ayuda del embajador alemán organizó el Farhud en Bagdad, en 1941. Ése no era el primer pogrom anti judío en un país musulmán, pero ése fue el primer pogrom nazi. Después que huyó a Berlín, junto con Rashid Ali al-Gailani – primer ministro iraquí pro nazi – el Mufti se reunió con Hitler en noviembre de 1941. La campaña de asesinatos en masa de judíos ya había comenzado. El Mufti pidió que se ampliara a los países árabes.

En este contexto, los dichos del primer ministro Binyamin Netanyahu esta semana se basan en un documento de Dieter Wisliceny, el asistente directo de Eichmann, que testimonió que el Mufti tuvo un rol central en alentar a Hitler e Himmler en todo lo relacionado con su maquinaria de exterminio.
Después, cuando el General Erwin Rommel llegó hasta las afueras de Egipto, estaba completamente claro que el Mufti entraría con las fuerzas nazis para ampliar el exterminio a Palestina y otros países. No sólo los judíos se prepararon.

También los árabes que pertenecían a tribus enemigas del Mufti – que demostró en la época de la Gran Revuelta de los años 30 que sus pandillas mataban más árabes que judíos – comenzaron a huir. De hecho, muchos historiadores lo responsabilizan por el desmembramiento de la sociedad árabe en Palestina.

Incluso después de la derrota de Rommel en la batalla de EL Alamein, el Mufti continuó sus esfuerzos por seguir adelante con el exterminio y diseñó el Operativo “Atlas” para envenenar las aguas de Tel Aviv utilizando paracaidistas nazis. El operativo falló.

El hecho de que el Mufti era un nazi devoto está fuera de discusión entre los historiadores. En todo lo referente al exterminio de judíos, al parecer él era nazi antes que los propios nazis. Pero el testimonio de Wisliceny sí es controvertido y no todos los historiadores concuerdan al respecto. De todos modos, no hay necesidad de otorgarle beneficios a Hitler. Él no necesitaba al Mufti para odiar a los judíos, así como el Mufti no lo necesitaba a él. Sencillamente se encontraron, “tal para cual”.

netanyahu-and-merkelVale la pena aclarar algo más. Incluso si Netanyahu se equivocó, el hecho más significativo es que muchos de los representantes palestinos de hoy son fieles y fervientes admiradores del Mufti. Él los llevó entonces por el camino del odio, de la negación y la instigación. El resultado fue la Nakba (catástrofe, en árabe).

Son demasiados los que insisten en seguir por el mismo camino. Por ellos, por nosotros, hay que esperar que esto no termine en otra Nakba.

Fuente: Editorial Yediot Ajaronot – Iton Gadol AJN