Finalizó una semana de violencia y extremo dolor en Israel

La ley de la vida dice que los padres no entierran a sus hijos. Pero la ley de la vida, en este rincón del mundo, no parece tener vigencia. Por tantos y tantos motivos, demasiados desaciertos y desencuentros, demasiado odio. Israel llega hoy al final de una semana en la que una niña de 13 años fue apuñalada mientras dormía y un padre asesinado frente a sus hijos.

Después de una semana en la que el terrorismo volvió a golpear, y no sólo en Israel, esta reflexión no es política, sino humana. La imagen de Halel Yafa Ariel, de 13 años de edad, ha llegado al mundo entero, conmovió a todo aquel que tenga un mínimo de sensibilidad y se ha convertido en símbolo de una inmensa tragedia. Una niña que dormía en el lugar que se supone es el más seguro del mundo, su propia casa. Allí fue asesinada con una crueldad difícil de comprender y su ausencia, la tristeza y el más profundo dolor acompañarán a su familia por siempre.

Más allá de gobiernos y políticas, hay otro símbolo en todo esto: el del odio. Porque ningún niño de 17 años odia de esa manera, a menos que los adultos, sus educadores, sus ejemplos de vida, lo llenaran de odio.

Y no hace falta ir demasiado lejos: el propio presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, dijo esta semana que “los rabinos pidieron al gobierno israelí que envenene las fuentes de agua de los palestinos, para provocar un genocidio”. Lo dijo ante el Parlamento Europeo, y los representantes de las democracias de Europa se pusieron de pie y lo aplaudieron. Me pregunto si hoy alguno de ellos se atrevería a mirar a la cara a los padres de Halel…

La permanente incitación palestina

Hace pocos días el Presidente de la Autoridad Palestina dijo, frente al parlamento Europeo (el mismo día que no quizo reunirse con el Presidente israelí Rivlin) que los israelíes querían contaminar los pozos de agua para ahuyentar o asesinar palestinos. Luego, la TV oficial palestina, organo oficial de una dictadura como es la de Abbas, repitió lo mismo en un noticiero oficial. Cabe recordar, durante la Segunda Guerra Mundial, emisarios árabes-palestinos ayudados por Alemania intentaron contaminar el agua en Israel para asesinar judíos en masa y fueron descubiertos por casualidad en la zona de Jericó. La máxima autoridad palestina, el Mufti de Jerusalén, por la misma época, pidió levantar cámaras de gas para asesinar a los judíos en Israel en la zona de Emek Dotán. Quizás, las autoridades palestinas consideren, con estas declaraciones, que lo que “ellos harían si pudiesen” también es lo que planifican hacer hoy los israelíes. Lo cierto es que no existe el rabino citado y tampoco dijo lo que afirman los palestinos.
Días después, Mahmud Abbas, dijo en una declaración “tras haberse aclarado que la cita es inexacta, el Presidente Abbas dijo que no quería atentar contra el judaísmo o contra el pueblo judío”… una especie de disculpas.

HEBREOS.Net
Fuentes: Iton Gadol (Roxana Levinson) -Hatzad Hasheini