Itzjak Navon, el quinto Presidente del Estado de Israel, falleció este fin de semana en Jerusalén, la ciudad en la que había nacido hace 94 años.
Sus restos fueron inhumados hace pocos minutos, hoy, domingo 8 de noviembre en el Cementerio del Monte Herzl, entre las figuras destacadas de la Nación, acá en nuestra capital Jerusalén.
Itzjak Navon será recordado por sobre todo por ser un hombre de bien, una persona humilde, agradable, inteligente, amada y respetada por todos.
Fue uno de los dirigentes más populares que hemos tenido.
Su preocupación máxima fue siempre la educación. Fue escritor y el creador de varias obras teatrales en las que le dio nueva vida a la cultura de los judíos de origen sefardita.
Además de presidente del Estado de Israel, ocupó diversos cargos de importancia durante su larga labor pública.
Durante la Guerra de la Independencia, estuvo al frente del Departamento Árabe de la Haganá, dado que dominaba perfectamente el idioma árabe. Después de la guerra ocupó varios cargos diplomáticos en las embajadas de Israel en Uruguay y en la Argentina.
En el año 1951 fue el secretario de Moshé Sharet, el Ministro de Relaciones Exteriores y entre los años 1952 y 1963 fue el secretario de la oficina de los primeros ministros Moshé Sharet y David Ben Gurion. Entre los años 1963 y 1965 ocupó uno de los cargos que más prefería, al estar al frente de la División de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura. Entre los años 1965 y 1978 fue miembro de la Kneset.
Entre 1978 y 1983 fue elegido como el quinto Presidente del Estado de Israel.
Uno de los momentos más significativos en su carrera política fue cuando visitó Egipto en el año 1980 y pronunció un discurso en árabe en la Universidad de El Cairo, algo que hoy en día suena un poco a surrealista. También junto al Presidente de Egipto Anwar Sadat visitó el pueblo natal del presidente egipcio. Eran otras épocas, evidentemente.
Luego de su período como Presidente, volvió a la política y fue miembro de la Kneset entre 1984 y 1992.
Fue entonces cuando se retiró de la vida política y se dedicó por completo a temas como la educación y la cultura.
Se ha ido una de las grandes figuras de nuestra vida pública. Pocos fueron tan queridos como Itzjak Navon.
Una historia curiosa cuenta que cierto día, David Ben Gurion decidió que quería estudiar el idioma español. Cuando le preguntaron el por qué de dicho deseo, a pesar de su avanzada edad, explicó que quería saber español para “poder leer El Quijote en su idioma original”.
Todos sabían que cuando Ben Gurion se proponía algo, nada se podía interponer y siempre lograba lo que quería.
Entonces los allegados se pusieron a buscar un profesor de español para enseñarle y no tuvieron que buscar mucho. El entonces secretario personal de Moshé Sharet, Itzjak Navon, hablaba español y podía dedicarse a la enseñanza del “Viejo”, como todos lo llamaban cariñosamente a Ben Gurion.
Lo cierto es que desde entonces Ben Gurion y Navon, no se separaron.
Otra curiosidad más cercana en el tiempo ocurrió en el año 2005, cuando en todo el mundo de habla hispana se festejaron los 400 años de la publicación de “El Quijote de la Mancha”.
Hubo actos, seminarios y todo tipo de festejos en todo el mundo y también en Israel. El Instituto Cervantes de Tel Aviv organizó un acto alusivo con la lectura ante el numeroso público que se hizo presente, del primer capítulo del Quijote. Y fue Itzjak Navon el homenajeado para encargarse de dicha lectura.
Un cordial Shalom desde Jerusalén.
Arq. Aharon Erlich